Otaola: «El valor de un buen arroz»
La carta discurre entre el tapeo sanluqueño y la arrocería que en esencia es Otaola
Los mejores arroces secos de Sevilla
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Otaola es un restaurante muy curioso. Primero, por su enclave dentro del mercado de El Porvenir, lo que limita su actividad a los mediodías, ideal por otra parte para un restaurante especializado en arroces. Después, porque siendo una arrocería lo previsible sería que tuviese ... una vocación por el levante de nuestro país, pero aquí lo que tira de verdad es Sanlúcar de Barrameda, de donde es su dueño Carlos Otaolaurruchi Barbadillo.
Por eso nada más entrar lo primero que apetece es tomarte una manzanilla en rama que el mismo Carlos se ocupa de traer de la bodega familiar, con un perfil suave y su característico olor a levadura. El emplazamiento quizás no sea el más bonito, pero al menos es original. Mesas bajas se sitúan en el centro de la plaza mientras en el puesto hay una pequeña barra, una mesa alta para un grupo numeroso y un reservado incluso.

La carta discurre entre el tapeo sanluqueño y la arrocería que en esencia es Otaola. Por lo que nuestra comida comienza con sus papas aliñás, especialidad de la casa y una de las mejores de la ciudad. Dejan al tubérculo un mes en nevera para que pierda agua y así adquiera la textura deseada y su aliño que huele a manzanilla es excepcional.
También sorprenden mucho sus frituras. Primero su tortillita de camarones que realizan solo con harina de trigo, a la que dan una fina molienda para que sea más delicada. También sus boquerones, cuya textura es muy difícil de encontrar fuera de lugares particularmente especializados en esta técnica.

Llegamos al summum de la comida, sus arroces, que hacen con el grano de la albufera valenciana de Molino Roca, uno de los más exclusivos del mercado y que está presente en las mejores cocinas del país. El primero de bogavante, con un fuerte color anaranjado del caldo que hacen con las carcasas y corales de los mismos crustáceos. El segundo de foie, pato y boletus, quizás más sabroso que el primero debido a la intensidad de sus ingredientes. Un punto perfecto y un grano que rebosan de sabor hace que este sea un sitio fetiche para todo amante del arroz en nuestra ciudad.

El postre fue una tarta de chocolate que en este caso carecía de interés.
Notable comida en Otaola. Sabía perfectamente que el arroz era puntero en la ciudad, pero me he encontrado además con unos entrantes de nivel. Como pequeño lunar, una bodega algo corta y que peca un poco de comercial.
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